Pequeñas obras de arte, únicas e irrepetibles como las personas. Pendientes y collares montados artesanalmente con piezas de pasta fimo, sedas, ilustraciones plastificadas y materias recicladas...Y foulards de seda pintados a mano, sin cuadraturas ni límites, recreando el universo fluido del agua.
¡Que cunda, que cunda!, Miguel Hernández en todos lados, que se oiga su voz ahora ya que no se escuchó antes.
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