Un pedacito de bramante, no, algo más imperceptible, casi invisible, el final de un hilo, el hilo de un hada del que penden todos sus secretos. Sujétalo, no lo sueltes. Anda por aquí en algún lado. Ahí, junto a ti, no lo sueltes, engánchate a él. El Hada.
Pequeñas obras de arte, únicas e irrepetibles como las personas. Pendientes y collares montados artesanalmente con piezas de pasta fimo, sedas, ilustraciones plastificadas y materias recicladas...Y foulards de seda pintados a mano, sin cuadraturas ni límites, recreando el universo fluido del agua.