lunes, 7 de enero de 2013

Besos


                                   De qué huyen los besos
De los gritos y de los cronómetros, del exceso de perfume o maquillaje, los besos huyen de las órdenes y la impaciencia, de las noches que se vuelven tristes de pronto.
Los besos huyen de las mentiras, de la repetición desmesurada, de esos días en los que todo sale mal.
Y al contacto con los celos son retráctiles como cuernos de caracol...