Pequeñas obras de arte, únicas e irrepetibles como las personas. Pendientes y collares montados artesanalmente con piezas de pasta fimo, sedas, ilustraciones plastificadas y materias recicladas...Y foulards de seda pintados a mano, sin cuadraturas ni límites, recreando el universo fluido del agua.
Pues precisamente el verano ha empezado para mí con unos aros artegórico, elegidos, además, a la sombra luminosa de una noche madrileña...
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